Eulalia, patrona de la catedral de Barcelona, copatrona de la ciudad y también patrona de los marineros, fue martirizada por los romanos a las órdenes de Daciano, el juez mandado a Barcelona por Diocleciano en su persecución de los cristianos (12 de febrero del año 304), quien pretendía acabar con la rápida propagación de las "supersticiones" cristianas en tierras hispánicas y restaurar el orden.
Nacida en una noble familia en las inmediaciones de Barcino, Eulalia era una niña que había decidido dedicar su vida al servicio de dios, era muy querida por su familia, hacía sus tareas humildemente y acostumbraba a pastorear un pequeño grupo de ocas. Tenía 13 años cuando fue apresada por las autoridades romanas para juzgarla de forma ejemplarizante y se dice que fue sometida a otros tantos martirios. Según la tradición la habrían lanzado rodando dentro de un barril lleno de clavos, cristales y cuchillos clavados por la "baixada de Sta. Eulàlia" entre otros martirios, y finalmente crucificado en una cruz en forma de X, símbolo de Sta. Eulalia y emblema de la catedral y la diócesis de Barcelona. Sus restos reposaron fuera de las murallas de la ciudad, en Sta. Maria del Mar, hasta que en el año 874, el cuerpo de la mártir fue trasladado a su catedral por el Obispo Frodoino.
La catedral de Barcelona, dedicada a la Santa Cruz y Sta Eulalia, fue edificada entre los siglos XIII y XV, sobre los cimientos de la antigua catedral románica (los restos de los cuales se pueden ver en la actualidad en el subsuelo del museo de historia junto a las ruinas romanas conservadas bajo tierra por debajo del barrio gótico), que a su vez fue construida sobre los restos de una iglesia de la época visigoda que también fué precedida por una basílica paleocristiana. Es de estilo gótico, pero la fachada es de época moderna, construida en el siglo XIX y de estilo neogótico.
La catedral cuenta con un claustro construido entre el siglo XIV y XV, al que se puede acceder por la puerta exterior de Sta. Eulalia además de la de la Piedad y la puerta propia de la basílica, y es en un inmenso jardín, donde viven 13 ocas que se dice que guardan la memoria de la mártir de Barcelona.
El martirio de santa Eulalia (1452), obra de Bernat Martorell que se conserva en el Museo Episcopal de Vic.
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