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CURRAHEE!!!


5 de marzo de 2009

Bretaña-Normandía 2006. Día 5/ parte 2

De camino a las playas del desembarco aliado en la costa norte de Normandía hago una parada en St. Lo. La iglesia es una vez más una muestra de la devastación que causaron los numerosos bombardeos y el fuego de artillería durante las semanas que duró la ofensiva aliada para liberar Francia.


Es interesante como se restauró la iglesia evidenciando la mutilación de las torres y la fachada principal.


En todos los edificios históricos del norte se ven claramente las secuelas de las batallas urbanas.


En el interior de la iglesia.


Una exposición fotográfica en el interior de la iglesia mostraba fotos del estado original de la iglesia y del pueblo, el estado tras finalizar la liberación de Francia y la restauración posterior. En esta se puede apreciar lo que quedaba de la iglesia de St. Lo a finales del año 1944.


Una interesante parada antes de llegar a la costa, y uno de los objetivos principales de la visita a la zona del desembarco: el cementerio alemán de La Cambe.


El lugar es realmente impactante. Sobran las palabras.




Después de pasar por Grandcamp-Maisy, que debe su nombre a la instalación del gran campamento base donde los aliados establecieron una de las principales cabezas de playa, me acerco a Pointe du Hoc, uno de los escenarios legendarios por la crudeza de los combates y la inutilidad de la matanza que allí se registró como veremos más adelante.


La Pointe du Hoc es un saliente que se encuentra a unos 6 km del extremo oeste de la playa de Omaha, un punto estratégico importantísimo que había que neutralizar antes de poder desembarcar con seguridad. La zona aparece surcada de grandes cráteres ocasionados por el intenso bombardeo por parte de los aliados desde el mar como fase previa al desembarco.


En este complejo del muro atlántico se encontraban 5 o 6 cañones "Howitzers" de 155 mm con un alcance de 24 km que podían alcanzar limpiamente cualquier barco que se acercara a la costa, lo que dificultaba enormemente el desembarco.


A las 4 de la madrugada del 6 de junio unos 190 rangers desembarcaron en dos asaltos sucesivos tras el intenso fuego del acorazado Texas y dos destructores y escalaron los acantilados dispuestos a neutralizar los cañones. A las 9:45 de la mañana habían alcanzado la cima y asegurado la posición, pero los cañones no estaban allí, estaban escondidos en unos campos en el interior. Tras el aslto dejaron unos 30 heridos y 10 muertos, pero los combates posteriores de la contraofensiva alemana fueron mucho peores.


El puesto de observación permite una visión perfecta de toda la playa de Omaha al este y la de utah al oeste. En la cima se colocó el monumento en memoria de los rangers, pero no se puede acceder a él.


Toda la zona aparece surcada de grandes cráteres que ofrecían cierta seguridad a los rangers durante los combates en su avance hacia el interior.


Las casamatas de los cañones medios.


El espesor de los muros de hormigón es tal que ni siquiera los proyectiles de los acorazados y las bombas llegaron a destruirlos en la mayoría de casos.



Los búnkers que están intactos se pueden visitar y están en relativo buen estado.


Emplazamientos de los cañones de largo alcance. Se accedía a ellos a través de una red de vías para trasladar los enormes cañones.


Toda la zona estaba fuertemente defendida por nidos de ametralladoras y morteros que podían batir las playas próximas. Las playas justo debajo de los acantilados eran batidas directamente desde el estremo de la playa Omaha.


Sigo mi camino hacia la playa de Omaha y me interno por algunas carreteras secundarias donde hay ejemplos intactos (o muy bien reconstruidos) de arquitectura normanda.


LLegada al extremo oeste de la playa Omaha. Este cartel indica los sectores este y oeste de desembarco de las divisiones americanas en esta zona de la playa.


Los restos de los muelles artificiales que se construyeron en Vierville para asegurar la cabeza de playa y desembarcar suministros y tropas.


El extremo oeste de la playa Omaha y la Pointe du Hoc al fondo.


La playa de Omaha hacia el este. Los buscadores de tesoros todavía rastrean estas playas con detectores de metales recuperando restos de munición, equipamiento y demás pertenencias de los soldados enterradas en la arena que el mar devuelve cuando remueve el fondo.


Esas laderas estaban sembradas de nidos de ametralladoras y morteros que batían ámpliamente toda la playa sin dejar un solo resquicio. Las grandes casamatas de homigón han desaparecido o se han convertido en almacenes, y en su lugar se han construido numerosos memoriales.


En el otro extremo del paseo que va de Vierville a St. Laurent hay un bonito hotel en una situación es excelente a pie de playa, tenían la calefacción a tope y me tocó una habitación triple con buhardilla y vistas a la playa a precio de individual. El calor era horroroso pero me permitió lavar ropa y secarla en los radiadores durante la noche.

Lo unico que queda en Omaha del puerto artificial.


Ruta día 5 = 238 km.

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